jueves, 10 de septiembre de 2009

Como escribió Van Morrison hace más de 40 años (va con música)

"I want to rock your gypsy soul
Just like way back in the days of old
And together we will float into the mystic
Come on girl..."

Esto quiero (para ti)

Hoy me duele el brazo. Dentro de mi corazón, a la vez, un agujero y una luz preciosa. Notas de música me acompañan, las que yo elijo. Elijo mi vida. También para lo que resulta más duro, de todo aquello que amo.

Porque el amor que rebosa mi corazón no completa, no llega, por mucho que quiera. Igual que no llegaba antes para mi, no llega ahora para ti, cuando intimamente hay que elegir. Ahí, donde la libertad se hace verdadera, cada uno somos radicalmente nosotros. En ese lugar, donde solo nosotros podemos elegir, a donde hay que tener mucha valentía para poder llegar, donde hace falta una verdadera honestidad, en lo más recóndito de tu interior, planta una semilla de amor.

Plántala, de verdad y para siempre, y ya nada volverá a ser igual. Plántala, sálvate para salvar a otros. Porque sí.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Me miras

Me miras. Todo el rato. Me sigues mirando. No se lo que esperas. Puede que sí lo que quieres.

En cualquier caso me sigues mirando y yo, si me desnudo, me acabo preguntando. Porque de alguna manera me vuelvo vacio, o algo vaciado. De tanta mirada y aún no sabes quien soy yo.

Mírame cariño. Para amarme.

martes, 1 de septiembre de 2009

Visión

Una rapaz dibujada en una madera. La rapaz se transforma en real y el plano se desplaza. De repente estoy muy alto y veo la rapaz que, en picado, se lanza hacia la tierra.

De la tierra va surgiendo un cuadrado con 4 seres en sus esquinas y una piedra blanca, toda luz de amor, en medio. Y la rapaz baja y, con sus garras, coge la piedra y se vuelve a elevar hacia el cielo.

Y entonces una voz surge desde ariba y dentro de mi: TE AMO PROFUNDAMENTE. Y esas palabras abrazan toda mi alma y me siento profunda y verdaderamente acogido. Se llena, con calor y amor, ese vacio que sentía en mi. Ya hace un rato que lloro. Y conforme se me llena el vacio comprendo definitivamente que la vida me ama.

Y desde ese momento yo me amo sin dudas. Profundamente y para siempre.

Sueño

En la estancia, porque no puedo asegurar que se trate de una habitación, hay una placentera sensación. No hay ni mucha ni poca luz. Lo que hay es paz, tranquilidad, SANACIÓN. La estancia la dirige un anciano indio, de los de norteamérica. No hace nada. Nosotros lo hacemos todo. Y él de todas maneras lo dirige, porque él es SANACIÓN.

En la estancia hay multiples colchonetas, cada una de ellas con su manta. Estas mantas ya tienen el espacio para que nosotros nos introduzcamos en ellas. Digamos que se sostienen a ellas mismas. Así es. Ellas también son SANACIÓN.

Y allí hay muchas personas, en silencio, en paz. Es un lugar de reposo, de SANACIÓN. Un lugar profundo, de verdad. Allí estoy yo y se que parte de las mantas son para mi. Y me meto en una de ellas, y mientras duermo, vivo como me SANO. En ese lugar verdadero.

Al día siguiente vuelvo a acceder a él y siento como se me diluye la SANACIÓN dentro de todo el cuerpo. Como la manta se integra en mi y entonces descanso de verdad.
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